La República Bolivariana de Venezuela, situada al norte de América del Sur, está constituida como un estado democrático y social, de derecho y de justicia, autónomo y soberano, consagrado en su Constitución Bolivariana sometida a referendum el año 1999. Su capital federal y sede de los Poderes de la Nación es Caracas.
Venezuela con una extensa línea costera que se extiende desde castilletes hasta el delta, amalgama el alborozo caribeño y la exuberancia que domina la desembocadura del imponente Orinoco. Esta fachada norte es puerta franca y amplia que invita a los pueblos caribeños a Suramérica.
Hacia el sur desaparecen las fronteras, en la búsqueda de la integración, encuentros y caminos que contribuyan a la construcción de una América unida.
El renacer de las opciones de izquierdas antiimperialistas y socialistas en Latinoamérica crea como nunca posibilidades para intercambios en todos los órdenes, desde lo cultural, lo económico, lo científico-tecnológico, lo político y en particular la solidaridad con las luchas de los pueblos por la emancipación y la soberanía.
El proceso político venezolano ha permitido poner en marcha una revolución que llegó al poder por vía de los votos como reafirmación del proyecto socialista que las mayorías pobres y excluidas respaldaron para superar la pobreza, el capitalismo salvaje y la opresión. Venezuela ha logrado en menos de una década, avanzar hacia la constitución del poder popular, mediante la transferencia de competencias y funciones de gobierno a los consejos comunales y movimientos sociales, avanzando en la construcción de un modelo socialista, que se inventa dia a dia..
El máximo exponente de este ideario e impulsor de las propuestas que fundamentan la creación de un modelo económico-social- cultural socialista es el Comandante Presidente Hugo Chávez Frías que mantiene una presencia permanente en defensa de este proyecto latinoamericano que comparten varios gobiernos y pueblos de la región.
Esta vocación es la que nos llama al encuentro, al intercambio, al debate de las ideas, y nos abre la mente y espíritu para construir la nueva praxis emancipadora.